Estos chicos no tienen modales y les encanta dominar a los sumisos. Se dejan chupar sin necesariamente devolver el favor, porque son un poco machos. Y en lo que respecta al sexo anal, desatan toda su pasión sin contenerse—es puro desenfreno. Con una mirada ardiente y un aire de chico malo, es difícil resistirse a su encanto masculino. ¿Listo para una sesión intensa y fuerte? Va a doler, pero será muy "varonil".