Fernando y César
Papá se une al joven César, que ya está desnudo en la cama, y lenguas ansiosas la polla del niño. Al recibir el placer oral, César decide pagar a papá impalándose en la polla del hombre mayor desde atrás. El par caliente se involucra en una sesión apasionada de golpes con papá tomando cada pulgada de la polla cruda de Cesar. El joven se gime en deleite mientras siente que la carne de su padre lo llena completamente. Su encuentro erótico alcanza su clímax cuando César desata torrentes de su esperma caliente por todo el culo de Ferdinand, pintando con su semilla. Exhausto pero todavía hambriento por más, los dos amantes se mueven a la ducha para que papá pueda recibir una recompensa adecuada por sus servicios - una ducha dorada en su cara.