Soubrette a su merced
Paul abre la puerta, frotando su gran polla dura en sus pantalones y observando a su esclava esposada a la cama. Se acerca a él y siente su polla mientras lame sus pezones. Después de atormentar a Jirka por un rato, Paul le quita la mordaza y desliza a su cachonda Sabine en la boca de su esclava para ponerla dura. Pero Paul quiere más que su boca y cuidar su culo disponible.