El cliente no resiste mucho tiempo a mis masajes eróticos
Un cliente pidió mi servicio de masajes. Estaba feliz cuando abrió la puerta y vio que estaba actuando bastante macho. Hablamos un poco y empezamos a masajear. Al igual que todos los demás, él siguió empujando mis manos lejos de sus partes privadas - me estaba enojando y frustrado, pero yo estaba viviendo#39; no iba a dejar pasarme esta oportunidad. Finalmente se relajó un poco y fui por su hermosa polla...