Intenté un nuevo truco y fingí ser taxista. La aplicación me dijo que recoja un cliente justo al lado de la carretera. Parecía raro pero interesante, así que salí y esperé. Disfruté de la vista agradable y pronto un joven se acercó a mí. Intentaba volver a casa después de una fiesta. ¡Jackpot! El tipo estaba rompiendo para que su amigo pagara el viaje. El amigo vivía a 60 kilómetros de distancia, así que era un poco reacio. En lugar de arriesgarse a no pagar, le ofrecí una manera de trabajar la tarifa. El tipo era lindo como el infierno; puedes imaginarte lo feliz que era cuando estuvo de acuerdo. He tirado algo de dinero y nos he llevado a un bosque cercano donde le di al tipo un paseo de asiento trasero adecuado. Tenía sólo 19 años y esta fue su primera experiencia gay. Simplemente le encantó. Una gran manera de deshacerse de la resaca, supongo.