Agradecido, y engordado con un apetito creciente, Hansen levanta el novato, lo coloca en la cama, y sopla la gran y hermosa erección del niño como una bestia hambrienta! Deseando mostrar al nuevo tipo que está a cargo, Hansen rompe al chico en la lata, y le ordena, voltear. Ian instintivamente arquea su espalda, como un chico malo en celo; y, Hansen escucha su lengua atrevida profundamente en el delicioso donk del tipo.