Jonas está atascado en su habitación de hotel, lleno de trabajo y en extrema necesidad de algún alivio de estrés. Felipe, el coqueto botones, sigue llamando a la puerta para ser de ayuda. Lejos de sentirse incómodo, Jonas no puede mantener sus ojos fuera del cuerpo muscular de Felipe. Después de un nuevo golpe, los dos tobillos deciden salir de sus trajes y volar un poco de vapor juntos.