Maestro Nieve y Aprendiz Blanco Aprendiz Blanco - Capítulo 1 - La Entrevista
Creo que nunca he estado tan asustado como cuando entré en aquella habitación. Supongo que sabía que todo dependía de mi entrevista. Tenía que causar una buena impresión. Estaba desesperado por entrar en la Orden, y durante meses y meses no había pensado en otra cosa. Sabía que sería una experiencia que cambiaría mi vida. Por eso los aprendizajes son como el oro en polvo: bonitos, raros y fáciles de pasar por alto. Me dijeron que no intentara adivinar el tipo de preguntas que me harían. Me compré un traje nuevo, una camisa blanca y unas cinco corbatas porque no sabía cuál era la más elegante. Me decidí por una corbata azul a rayas -ni muy gorda ni muy estrecha, azul a juego con mis ojos- y me pasé horas frente al espejo intentando perfeccionar el nudo. No dejaba de ver mi reflejo en las ventanas mientras caminaba hacia la sala de entrevistas. Casi no me reconocía. Me veía tan crecido y guapo. Nadie podía decirme que no lo era. La sala de entrevistas era de un blanco deslumbrante. Muebles y moqueta blancos con cortinas blancas en las paredes. Olía a caro en una especie de forma masculina, como el aroma que a menudo te invade cuando un hombre mayor de aspecto adinerado se cruza contigo por la calle. Y creo que he encontrado a ese hombre. Estaba sentado en una de las sillas. Me sorprendió lo guapo que estaba con su traje blanco. Con la cabeza afeitada y la barba bien recortada, recordé que últimamente me cuestiono un poco mi sexualidad.