Logan Moore se va a casar y su sastre, Franky Fox, ha hecho una visita a domicilio para una última prueba. Al no esperar a Franky hasta mañana, Logan le recibe con sólo una toalla enrollada alrededor de la cintura. Mientras comprueba las medidas, Franky no puede evitar disfrutar de las vistas, especialmente del enorme culo de Logan. Cuando Logan le pregunta a Franky qué aspecto tiene, él se sincera: ¡genial, tentador, atractivo, seductor y, por último… sexy! A quién le importa si el traje le queda bien - esta situación está hecha a medida para una última y libertina sesión de follada con chanclas antes del "Sí, quiero" de Logan.