Gustavo Cruz está terminando en su taller de reparación de coches cuando recibe una llamada. Tiene que asistir a un evento importante y le están esperando. Por suerte, se ha traído el traje. Cuando se cambia la ropa de trabajo por un traje formal y está listo para salir, Gustavo ve a un hombre, Darío Beck, en la calle luchando por arrancar su coche, y decide ayudarle.
Tras comprobar el vehículo en el exterior, se ofrece a empujar el coche de Darío al interior de su taller para realizar una inspección adecuada. Dentro, Gustavo le pide a Darío que le sujete la chaqueta de su traje mientras trabaja, ¡y acaba con la camisa sudorosa y sucia! Tras pillar a Darío oliendo su traje chaqueta, le pregunta si le gusta verlo sucio. A la vista de la erección de Darío, está listo y preparado para jugar con el mecánico de coches trajeado.