Cazador checo - 689
Este encuentro fue un poco extraño. Me encontré con un padre que llevaba juguetes que había comprado para su hijo. Los padres adolescentes suelen tener una vida dura, y esta monada no era una excepción. Estaba en el instituto cuando se convirtió en padre y trabajaba desde entonces para cuidar de su familia. Yo lo respetaba y estaba dispuesto a facilitarle un poco las cosas. No iba a ser gratis y el tío estaba dispuesto a seguirme el juego. Dudó un poco delante de mi apartamento, pero una rápida mirada a mi puño lleno de dinero le dio el valor suficiente para entrar. Su mujer tenía que ser frígida porque este tío estaba increíblemente cachondo. Tardó sólo unos segundos en ponérsela dura y ¡tenía un pollón digno de contemplar! El tipo quería llevarse a su familia de vacaciones al extranjero. Yo estaba más que feliz de ayudar con ese plan, pero primero quería divertirme yo mismo.
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