Después de una sesión energética en las pistas, no hay nada mejor para un joven esquiador que volver a su chalet para darse un buen baño relajante, un objetivo que el bigotudo Pierre Rubberax no tarda en aprobar mientras se desnuda para darse un remojón. No es que quiera bañarse solo. No tarda en hablar por teléfono con el joven Jonny Montero, que no tarda en montárselo con su amigo en la bañera con el gusto que cabría esperar de un joven amante cachondo. No tardan en abrirle las nalgas y follarle el culo, lo que resulta en una gran cantidad de esperma salpicada a lo grande para satisfacción de todos. Sobre todo Pierre, que saborea hasta la última gota pegajosa en su boca.