Lyam, amante del deporte, ha contratado los servicios del electricista Jordan para arreglar el ventilador del techo de su cuarto de baño. Un rápido vistazo es todo lo que necesita Jordan para darse cuenta de que el problema'es bastante fácil de arreglar. Sin embargo, su próximo cliente no llegará hasta dentro de un par de horas; tiene tiempo que perder y Lyam, que está al rojo vivo, está que arde. Jordan cae de rodillas y envuelve con sus labios el creciente bulto que lucha por escapar de la sedosa tela de los pantalones de Lyam. En cuestión de segundos, Lyam ha destapado su gigantesca carne dura como una roca y se la está dando al cachondo y sumiso electricista. Jordan es un experto chupador de pollas y Lyam no tarda en gemir en un estado de éxtasis incontrolable. Está claro que a ambos les gusta la sordidez. Hay un montón de escupitajos, estrangulamientos, bofetadas y humillaciones mientras Lyam se establece como el amo dominante de este fontanero. Pronto aparecen las sudorosas zapatillas de Lyam; el hedor de las plantillas de goma caliente llena el cuarto de baño y Jordan se sume en un frenesí desesperado y lujurioso. Lyam empieza a manosear agresivamente el dulce y fruncido culo de Jordan. Pronto tiene su carne de nueve pulgadas alojada profundamente dentro del apretado agujero de Jordan. La folla con fuerza y a una velocidad de vértigo. Jordan no puede hacer otra cosa que gemir profundamente mientras su culo es destrozado y sus órganos internos reorganizados brutalmente. Grita. Quiere más. Francamente, lo tomará tan fuerte como Lyam pueda dárselo. Y a juzgar por las dementes explosiones de semen al final de la aventura, ¡ninguno de los dos queda insatisfecho!