Glenn Hut y Milo Dusek

22:51 9.9K 4 meses atrás
Nada me hace más feliz que una noche de fiesta con mi hermanastro Milo, excepto despertarlo a la mañana siguiente con un buen masaje. Milo tuvo una fea caída en el club y necesitaba un masaje. Me alegré de poder ayudarle. Se quitó la camiseta y se tumbó boca abajo mientras yo me ponía de rodillas sobre sus muslos. Una mano llena de loción fue todo lo que necesité para empezar a subir y bajar las manos por su espalda con facilidad. Al final, masajear su cuerpo no fue lo único que pensé que le haría sentirse mejor. Le besé el cuello y los hombros hasta que se dio la vuelta y empecé a besarle los labios, pero mi boca quería estar en su polla. Chupé la polla de Milo hasta que se acarició y eyaculó su cálida carga en mi cara.